domingo, 9 de diciembre de 2012

Afrodita

Trabajo sobre afrodita, con sus mitos y su vida.


Afrodita es la diosa griega del amor, la belleza y la sexualidad. Tienes varias equivalentes: Venus en la mitología romana, Inanna en la sumeria, Astarté en la fenicia y Turan en la etrusca.
Según una tradición es hija de Urano y según otra de Zeus y Dione.

En el caso de la primera historia, el nacimiento ocurre en el momento que Cronos (dios del tiempo) corta los genitales de su padre Urano y los lanza al mar, de donde surge Afrodita. De ahí que se le conozca como "la diosa nacida de las olas" y se la suela representar saliendo de la espuma del mar o del agua, a veces sobre una concha marina.
Una vez sale del mar, Afrodita es llevada por los vientos Céfiros, primero a Citera y luego a Chipre, donde las Horas (diosas del orden de la naturaleza y de las estaciones) la visten y la guian a la morada de los Inmortales.
En el caso de la segunda hipótesis, Platón imaginó que había una Afrodita Urania, la diosa del amor puro e hija de Urano y una Afrodita Pandemo, hija de Dione y diosa del amor vulgar. Sin embargo esta es una concepción filosófica tardía y se suele preferir la primera versión. Como curiosidad, cabe decir que Afrodita nació siendo ya adulta y con una belleza hechizante.

En su vida amorosa hay un sinfín de hombres e infidelidades. Se casó con Hefesto, mantuvo relaciones adulteras con otros hombres que se citan en varios mitos, como Ares, Adonis y Anquises. Además tiene como hijos a Eneas (guerrero en la guerra de Troya), Harmonía (diosa de la armonía y la concordia), Eros (Cupido en la mitología romana), Himeneo (dios del matrimonio)


Afrodita aparece en distintos mitos, normalmente como personaje secundario, que son los siguientes



Matrimonio con Hefesto e infidelidad con Ares

Debido a su inmensa belleza, Zeus temía que Afrodita fuera la causa de violencia entre los otros dioses. Por ello decidió casarla con Hefesto (dios del fuego y la fragua) considerado severo, malhumorado y nada atractivo.
Otra versión este hecho cuenta que Hera, la madre de Hefesto, lo arrojó del Olimpo al considerarlo feo y deforme. Éste se vengó atrapándola en un trono mágico y exigiendo a cambio de su liberación la mano de Afrodita.
Hefesto estaba muy feliz de haberse casado con la diosa de la belleza y forjó para ella hermosa joyería, incluyendo el cesto, un cinturón que la hacía incluso más irresistible para los hombres.

Pero ella no estaba satisfecha con su marido, por lo que decidió buscar otros hombres para mantener relaciones adúlteras.

Uno de sus amantes, Ares (dios olímpico de la guerra), fue con el que más relaciones sexuales mantuvo. Hefesto se enteró por boca de Helios (dios del Sol).
Como venganza, Hefesto atrapó a Ares y Afrodita con una ingeniosa red de finas cadenas que había dispuesto sobre el lecho para que cayeran al más mínimo contacto. Una vez entrelazados en la red, su marido llamó a todos los demás dioses olímpicos para burlarse de ellos (sin embargo, «las diosas se quedaron en casa, todas por vergüenza»), algún dios desenfadado comentó que no le habría importado sentir tal vergüenza.
Hefesto no los liberó hasta que Poseidón (dios del agua y el mar) le prometió que Ares pagaría por ello, pero ambos escaparon tan pronto como levantó la red y no mantuvieron su promesa.
Afrodita y Ares tienen un hijo, Eros dios del amor, la atracción y el sexo que hechiza con sus flechas del amor.

Afrodita y Adonis

Afrodita era también amante de Adonis y tomó parte en su nacimiento.
Cíniras (rey de Chipre) tenía una bellísima hija llamada Mirra. Cuando la madre de ésta cometió el error al afirmar que su hija era más bella que la afamada diosa, Mirra fue castigada con una incesante lujuria hacia su propio padre.
Cíniras rechazó esto, pero Mirra se disfrazó de prostituta y durmió secretamente con su padre. Finalmente, Mirra quedó embarazada y fue descubierta por Cíniras. Enfurecido, persiguió a su hija con un cuchillo. Mirra huyó de él, pidiendo misericordia a los dioses. Éstos oyeron su plegaria y la transformaron en un árbol de mirra para que su padre no pudiese matarla. Finalmente, Cíniras se suicidó en un intento por restablecer el honor de familia.

Mirra había dado a luz a un bebé llamado Adonis. Afrodita pasaba junto al árbol de mirra cuando vio al bebé y se apiadó de él.
Puso a Adonis en una caja y lo llevó al Hades para que Perséfone (reina del inframundo) cuidase de él. Adonis creció hasta ser un joven increíblemente hermoso, y Afrodita volvió a por él.
Sin embargo, Perséfone no quería perderlo y quería que Adonis se quedase con ella en el inframundo. Las dos diosas se pelearon de tal manera que Zeus tuvo que intervenir. Éste decretó que Adonis pasase un tercio del año con Afrodita, otro tercio con Perséfone y otro con quien desease. Adonis, por supuesto, elige a Afrodita.
Adonis empieza su año en la tierra con Afrodita. Una de sus mayores pasiones es la caza, y aunque Afrodita no es naturalmente una cazadora, participa para poder estar con Adonis. Afrodita queda extasiada con él. Sin embargo, su ansiedad empieza a crecer por sus deberes abandonados, y se ve obligada a dejarlo por un corto tiempo.
Antes de marcharse, le da un consejo a Adonis: no atacar a un animal que no demuestre miedo. Adonis acepta el consejo, pero secretamente duda de las habilidades de Afrodita como cazadora, olvidando rápidamente el consejo.
No mucho después de que Afrodita se marche Adonis se encuentra con un enorme jabalí, mucho mayor que todos los que había visto.
En algunas versiones se cree que el jabalí es parte de la venganza de Teseo porque Afrodita provocó la muerte de su hijo Hipólito porque la detestaba al no haber encontrado el amor.
Retomando a Adonis, que hace caso del aviso de Afrodita y solo persigue a la criatura gigante, pronto es él el perseguido por el jabalí. En un ataque, Adonis es castrado por el jabalí y muere desangrado. Afrodita vuelve apresuradamente a su lado, pero llega demasiado tarde para salvarlo y sólo puede llorar sobre su cuerpo. Donde cae la sangre de Adonis, Afrodita hace que crezcan anémonas en recuerdo suyo y jura que en el aniversario de su muerte, cada año se celebrará una fiesta en su honor.
Al morir, Adonis va al inframundo y Perséfone se complace al verlo de nuevo. Afrodita se da cuenta de que él está allí, por lo que va a recuperar a su amado.

De nuevo, Perséfone y ella riñen sobre quién puede quedarse a Adonis hasta que Zeus interviene de nuevo. Esta vez decide que Adonis debe permanecer seis meses con Afrodita y seis con Perséfone, como debió haber sido la primera vez.


El juicio de Paris

Tanto los dioses y diosas como diversos mortales fueron invitados a la boda de Peleo y Tetis (padres de Aquiles). Sólo la diosa Eris (diosa de la discordia) no fue invitada, pero apareció con una manzana dorada con la frase “para la más hermosa” inscrita, que arrojó entre las diosas.
Afrodita, Hera y Atenea reclamaron ser la más bella y por tanto la justa propietaria de la manzana.
Llevaron el asunto ante Zeus, que no estaba a favor de ninguna diosa, así que dejó la elección en manos de Paris de Troya.
Hera intentó sobornarlo con un reino (Asia Menor), mientras Atenea le ofreció sabiduría, fama y gloria en la batalla, pero Afrodita le susurró que si la declaraba la más bella le daría la mujer mortal más hermosa del mundo como esposa, por lo que Paris eligió a Afrodita. Esta mujer era Helena (hija de Zeus y hermana de los Dioscuros), la mujer más hermosa del mundo. Las otras diosas se enfurecieron y a través del rapto de Helena por Paris provocaron la Guerra de Troya.
Afrodita agradecida con Paris, lo protegió durante toda la batalla, así como a los demás aqueos, incluyendo a su hijo Eneas, a quien logró salvar de la muerte.
Aunque Troya iba a perder la guerra definitivamente, Afrodita logró rescatar la raza de los aqueos con su hijo Eneas, quien luego viajaría a una tierra desconocida donde sus descendientes, Rómulo y Remo, fundarían Roma.
Así es como para lo romanos Afrodita (Venus para ellos) se convirtió en su protectora particular y por eso César levantó un templo bajo la invocación de Venus Madre.



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