Afrodita es la diosa griega del amor, la belleza y la
sexualidad. Tienes varias equivalentes: Venus en la mitología romana, Inanna en
la sumeria, Astarté en la fenicia y Turan en la etrusca.
Según una tradición es hija de Urano y según otra de Zeus
y Dione.
En el caso de la primera historia, el nacimiento ocurre
en el momento que Cronos (dios del tiempo) corta los genitales de su padre
Urano y los lanza al mar, de donde surge Afrodita. De ahí que se le conozca
como "la diosa nacida de las olas" y se la suela representar saliendo
de la espuma del mar o del agua, a veces sobre una concha marina.
Una vez sale del mar, Afrodita es llevada por los vientos
Céfiros, primero a Citera y luego a Chipre, donde las Horas (diosas del orden
de la naturaleza y de las estaciones) la visten y la guian a la morada de los
Inmortales.
En el caso de la segunda hipótesis, Platón imaginó que
había una Afrodita Urania, la diosa del amor puro e hija de Urano y una
Afrodita Pandemo, hija de Dione y diosa del amor vulgar. Sin embargo esta es
una concepción filosófica tardía y se suele preferir la primera versión. Como
curiosidad, cabe decir que Afrodita nació siendo ya adulta y con una belleza
hechizante.
En su vida amorosa hay un sinfín de hombres e
infidelidades. Se casó con Hefesto, mantuvo relaciones adulteras con otros
hombres que se citan en varios mitos, como Ares, Adonis y Anquises. Además
tiene como hijos a Eneas (guerrero en la guerra de Troya), Harmonía (diosa de
la armonía y la concordia), Eros (Cupido en la mitología romana), Himeneo (dios
del matrimonio)
Afrodita aparece en distintos mitos, normalmente como personaje secundario, que son los siguientes
Matrimonio con Hefesto e
infidelidad con Ares
Debido a su inmensa belleza, Zeus temía que Afrodita
fuera la causa de violencia entre los otros dioses. Por ello decidió casarla
con Hefesto (dios del fuego y la fragua) considerado severo, malhumorado y nada
atractivo.

Hefesto estaba muy feliz de haberse casado con la diosa
de la belleza y forjó para ella hermosa joyería, incluyendo el cesto, un
cinturón que la hacía incluso más irresistible para los hombres.
Pero ella no estaba satisfecha con su marido, por lo que
decidió buscar otros hombres para mantener relaciones adúlteras.
Uno de sus amantes, Ares (dios olímpico de la guerra),
fue con el que más relaciones sexuales mantuvo. Hefesto se enteró por boca de
Helios (dios del Sol).

Hefesto no los liberó hasta que Poseidón (dios del agua y
el mar) le prometió que Ares pagaría por ello, pero ambos escaparon tan pronto
como levantó la red y no mantuvieron su promesa.
Afrodita y Ares tienen un hijo, Eros dios del amor, la
atracción y el sexo que hechiza con sus flechas del amor.
Afrodita y Adonis
Afrodita era también amante de Adonis y tomó parte en su
nacimiento.
Cíniras (rey de Chipre) tenía una bellísima hija llamada
Mirra. Cuando la madre de ésta cometió el error al afirmar que su hija era más
bella que la afamada diosa, Mirra fue castigada con una incesante lujuria hacia
su propio padre.
Cíniras rechazó esto, pero Mirra se disfrazó de
prostituta y durmió secretamente con su padre. Finalmente, Mirra quedó
embarazada y fue descubierta por Cíniras. Enfurecido, persiguió a su hija con
un cuchillo. Mirra huyó de él, pidiendo misericordia a los dioses. Éstos oyeron
su plegaria y la transformaron en un árbol de mirra para que su padre no
pudiese matarla. Finalmente, Cíniras se suicidó en un intento por restablecer
el honor de familia.

Puso a Adonis en una caja y lo llevó al Hades para que
Perséfone (reina del inframundo) cuidase de él. Adonis creció hasta ser un
joven increíblemente hermoso, y Afrodita volvió a por él.
Sin embargo, Perséfone no quería perderlo y quería que
Adonis se quedase con ella en el inframundo. Las dos diosas se pelearon de tal
manera que Zeus tuvo que intervenir. Éste decretó que Adonis pasase un tercio
del año con Afrodita, otro tercio con Perséfone y otro con quien desease.
Adonis, por supuesto, elige a Afrodita.
Adonis empieza su año en la tierra con Afrodita. Una de
sus mayores pasiones es la caza, y aunque Afrodita no es naturalmente una
cazadora, participa para poder estar con Adonis. Afrodita queda extasiada con
él. Sin embargo, su ansiedad empieza a crecer por sus deberes abandonados, y se
ve obligada a dejarlo por un corto tiempo.
Antes de marcharse, le da un consejo a Adonis: no atacar
a un animal que no demuestre miedo. Adonis acepta el consejo, pero secretamente
duda de las habilidades de Afrodita como cazadora, olvidando rápidamente el
consejo.
No mucho después de que Afrodita se marche Adonis se
encuentra con un enorme jabalí, mucho mayor que todos los que había visto.
En algunas versiones se cree que el jabalí es parte de la
venganza de Teseo porque Afrodita provocó la muerte de su hijo Hipólito porque
la detestaba al no haber encontrado el amor.

Al morir, Adonis va al inframundo y Perséfone se complace
al verlo de nuevo. Afrodita se da cuenta de que él está allí, por lo que va a
recuperar a su amado.
De nuevo, Perséfone y ella riñen sobre quién puede
quedarse a Adonis hasta que Zeus interviene de nuevo. Esta vez decide que
Adonis debe permanecer seis meses con Afrodita y seis con Perséfone, como debió
haber sido la primera vez.
El juicio de Paris
Tanto los dioses y diosas como diversos mortales fueron
invitados a la boda de Peleo y Tetis (padres de Aquiles). Sólo la diosa Eris
(diosa de la discordia) no fue invitada, pero apareció con una manzana dorada
con la frase “para la más hermosa” inscrita, que arrojó entre las diosas.
Afrodita, Hera y Atenea reclamaron ser la más bella y por
tanto la justa propietaria de la manzana.
Llevaron el asunto ante Zeus, que no estaba a favor de
ninguna diosa, así que dejó la elección en manos de Paris de Troya.

Afrodita agradecida con Paris, lo protegió durante toda
la batalla, así como a los demás aqueos, incluyendo a su hijo Eneas, a quien logró
salvar de la muerte.
Aunque Troya iba a perder la guerra definitivamente,
Afrodita logró rescatar la raza de los aqueos con su hijo Eneas, quien luego
viajaría a una tierra desconocida donde sus descendientes, Rómulo y Remo,
fundarían Roma.
Así es como para lo romanos Afrodita (Venus para ellos)
se convirtió en su protectora particular y por eso César levantó un templo bajo
la invocación de Venus Madre.